El ministerio de intercesión consiste en orar por los demás. Y este ministerio es el más importante en la iglesia y lo puede realizar toda persona, de toda edad, hombre o mujer, sin importar el nivel de educación. Dios está buscando intercesores: Ezequiel 22.30: «Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.” Ejemplos de intercesores: Abraham (Génesis 18.16-33), Moisés (Éxodo 32.31, 32), Samuel (1ª. Samuel 12.23), otros en el Antiguo Testamento son Ana, Nehemías, Jeremías, Daniel. En el Nuevo Testamento encontramos a Pablo (Colosenses 1.9), Jesús (Hebreos 7.25), El Espíritu Santo (Romanos 8.26). Requisitos para ser un intercesor: Amor (Gálatas 6.2), Empatía (Colosenses 4.12), generosidad (Éxodo 32.32), perseverancia (Efesios 6.18), sacrificio (Hebreos 5.7), fe (Hebreos 11.6), y vivir en santidad (Santiago 5.16). Dios está buscando intercesores, ¿hallará uno en nosotros?
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