Lección No 3 Sobre el Evangelio de Juan

Juan 1:19-34

19 Éste es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de
Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién
eres?

20 Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo.

Juan responde, enfáticamente, casi enojado, para decirles que no es el
Cristo. Contesta la pregunta “Tú, ¿quién eres?

de una manera negativa,

“No soy el ungido de Dios!, ¡no soy el Cristo!”

21 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú
el profeta? Y respondió: No.

22 Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que
nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?

23 Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el
camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.

Isa 40:1-5

1 Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios.

2 Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya
cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano
de Jehová por todos sus pecados.

3 Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad
calzada en la soledad a nuestro Dios.

4 Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido
se enderece, y lo áspero se allane.

5 Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la
verá; porque la boca de Jehová ha hablado.

24 Y los que habían sido enviados eran de los fariseos.

25 Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no
eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?

Los judíos estaban esperando a un rey, un rey judío que iba a reinar
con poder e influencia y victoria

como Salomón reinó.

La enciclopedia judía dice [… el descendiente de David ha de liberar
a Israel del poder del mundo pagano, matar a su líder y destruir sus
ejércitos y establecer su propio reino de paz.]

El autor Spitzer, en su libro “¿Quién es el Mesías?” escribe, “El
Mesías participará en el establecimiento de la redención del pueblo
judío… será un juez, un descendiente de David, un gran guerrero, y un
académico muy respetado.”

Algunos judíos contemporáneos, modernos ni están esperando a un
individuo. No creen en un Mesías personal o literal. Ellos buscan una
era de paz mesiánica y enfatizan la responsabilidad y esfuerza humanas
y quieren trabajar para establecer una civilización utópica donde todo
es paz y harmonía. No hay un Mesías, solo una era mesiánica.

El Mesías bíblico

La referencia más temprana al Mesías se encuentra en

2Sa 7:12-17

12  Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo
levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus
entrañas, y afirmaré su reino.

13  Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono
de su reino.

14  Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere
mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de
hombres;

15  pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl,
al cual quité de delante de ti.

16  Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu
rostro, y tu trono será estable eternamente.

17  Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión,
así habló Natán a David.

Y después de unos 300 años tenemos otra profecía que nos da Isaías

Isa 11:1-4

1  Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.

2  Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y
de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de
conocimiento y de temor de Jehová.

3  Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará
según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos;

4  sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad
por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su
boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.

Oseas 3:4-5  Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey,
sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines.
Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a
David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.

El último rey de Israel fue Oseas en 732 a.C.

El último rey de Judá fue Sedequías en 586 a.C. y de Israel fue.

Me parece que la profecía también puede referirse al tiempo que
todavía está por venir según nuestra perspectiva, después de que
cierre el tiempo de los gentiles y se abra nuevamente el tiempo de los
judíos.

4 Esdras 12:32i

Este es el Mesías a quien el Altísimo ha mantenido hasta el fin de los
días, que se levantará de la posteridad de David y vendrá y les
hablará. Los denunciará por su impiedad y por su maldad, y les echará
en la cara sus tratos despectivos.

Entonces el cristianismo y el judaísmo tradicional (no el judaísmo
“reformado” o moderno) concuerdan en que Dios mandará al mundo al
redentor prometido, un descendiente de David que establecerá la paz
pero,

¿Cómo lo van a reconocer cuando venga?

¿Cuáles eran las profecías de Ant. Test. que describieron la venida del Mesías?

 y

¿cómo podemos estar seguros que Jesús las cumplió?

Vamos a ver cuatro pruebas objetivas para comprobar que en verdad
Jesús era el Mesías prometido.

¿Dónde iba a nacer el Mesías?

¿Cuáles señales milagrosas indicarían este nacimiento?

¿Qué realizaría el Mesías?

¿Cuándo ocurrirían estos eventos?

El Mesías nacería en Belén.

Miq 5:2-4

2  Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de
Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son
desde el principio, desde los días de la eternidad.

3  Pero los dejará hasta el tiempo que dé a luz la que ha de dar a
luz; y el resto de sus hermanos se volverá con los hijos de Israel.

4  Y él estará, y apacentará con poder de Jehová, con grandeza del
nombre de Jehová su Dios; y morarán seguros, porque ahora será
engrandecido hasta los fines de la tierra.

En los días de Miqueas, el reino estaba divido en dos partes. Las 10
tribus del norte que era “Israel” y dos tribus en el sur que formaban
Judá. Estos dos reinos se peleaban continuamente. Miqueas vivía en el
sur, en Judá, durante el octavo siglo a.C., durante el tiempo de la
conquista del reino de Israel por los asirios y la expansión de Israel
hacia el sur. Miqueas ofrecía consuelo al rey Ezequías y a Judá,
diciendo que Asiria no conquistaría a Judá. Además, Jehovah mandaría a
un redentor que reinaría sobre el pueblo para que pudiera vivir en
seguridad. No iba a ser cualquier rey ordinario del linaje de David,
sino que su reino se extendería “hasta los fines de la tierra”.

Es obvio que esta profecía solo puede indicar al Mesías porque

Miqueas describe a un rey futuro.

Cuyo reino será global

Quien va a redimir a Israel de sus enemigos y

Establecerá al pueblo en seguridad y paz

Ningún rey postrero pudo realizar esto. Además el rey iba a nacer en
Jerusalén el origen genealógico de de la dinastía de David.

Algunos rabíes de aquel entonces interpretaban este pasaje como
mesiánico, contándolo como una plática entre un árabe y un agricultor
judío.

“Un árabe le dijo a un judío,

El árabe: Judío, judío, hoy nació el Rey Mesías. ¿Cuál es su nombre?

El judío: Menachem… Consolador. ¿De dónde es?

El árabe: De la capital real de Belén en Judea.

Otros decían que el Mesías existía antes de que el mundo existiera y
que no es un ser creado y eso implica una naturaleza divina.

En el libro de 1 de Enoc (el abuelo de Noé) 62:7 un libro que no es
parte del canón de AT dice:

Porque desde el principio ese Hijo del Hombre estaba escondido, y el
Altísimo lo mantuvo en presencia de su poder, y lo reveló solo a los
elegidos.

Nacería de una virgen

Vemos esta profecía en Isaías 7

Isaías enseñó en la última tercera parte del siglo 8 a.C. Él hizo sus
profecías a los reyes de Judá: Uzías, Acaz, y Ezequías.

En el cap 7 de Isaías vemos que él describe como el rey Rezín de
Asiria y Peca, hijo de Remalías están marchando a Jerusalén para
destronar a Acaz y establecer a un rey títere o un virrey en su lugar.
Isaías se encuentra en las afueras de Jerusalén para darle al rey una
promesa de redención. Isaías le ofrece una señal diciendo:

Isa 7:11 Pide para ti señal de Jehová tu Dios, demandándola ya sea de
abajo en lo profundo, o de arriba en lo alto.

Pero Acaz le contesta:

Isa 7:12  Y respondió Acaz: No pediré, y no tentaré a Jehová.

Isaías luego se dirige a la casa de David y a la casa de Israel diciendo:

Isa 7:13-14

13  Dijo entonces Isaías: Oíd ahora, casa de David. ¿Os es poco el ser
molestos a los hombres, sino que también lo seáis a mi Dios?

14  Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen
concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.

Mateo junto con los otros seguidores de Jesús entendió que esta
profecía se refería al nacimiento de Jesús de una virgen.

Mat 1:18-21

18  El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su
madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido
del Espíritu Santo.

19  José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso
dejarla secretamente.

20  Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en
sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu
mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

21  Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él
salvará a su pueblo de sus pecados.

Objeciones a Isaías 7:14

Algunas versiones liberales modernas de la Biblia traducen la frase
“una joven concebirá” en vez de “una virgen concebirá”. Lo que está en
juego es la palabra “almáh”. En el hebreo moderno significa una mujer
joven de suficiente edad para casarse. Por siglos, los rabíes judíos
han argumentado que Mateo se equivocó cuando interpretó que Is 7:14 se
refirió a una virgen.

Un idioma va cambiando, por el uso, a través de los años.

En español: siempre jamás

Para entender este cambio hay que llegar hasta el latín, cuando se
decía iam magis (literalmente ‘ya más’) para decir siempre. Pero como
se usaba mucho para enfatizar semper y nunquam (‘siempre’ y ‘nunca’),
acabó por convertirse también en sinónimo de la última. Aunque sigamos
diciendo «por siempre jamás» sin despeinarnos ni preguntarnos si tiene
sentido.

Entonces tenemos que determinar el uso de esta palabra almah dentro
del tiempo de Isaías. La palabra se emplea 10 veces en el AT y no está
muy claro que se refiere a una virgen, nunca se refiere a una mujer
casada y siempre se refiere a una joven, suponiéndose que era virgen o
su marido no la hubiera aceptado.

En el siglo III a.C., en la ciudad de Alejandría, se tradujo la
Septuaginta y en Is 7:14 usan la palabra parthenos que significa
virgen.

A través del NT y en el griego clásico com Homero, la palabra
significa virgen. Entonces podemos decir que en aquellos tiempos, la
palabra almah significaba virgen.

El Mesías iba a sufrir y morir para expiar los pecados.

Los capítulos 42, 49, 50 y 53 se llaman “los cánticos del Siervo
sufriente de Yahveh”

Isa 42:1-9

1  He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma
tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá
justicia a las naciones.

2  No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles.

3  No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por
medio de la verdad traerá justicia.

4  No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra
justicia; y las costas esperarán su ley.

5  Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los
despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da
aliento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella
andan:

6  Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te
guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones,

7  para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel
a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.

8  Yo Jehová; éste es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi
alabanza a esculturas.

9  He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas
nuevas; antes que salgan a luz, yo os las haré notorias.

Isa 49:1-3;5,6

1  Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde
el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.

2  Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su
mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba;

3  y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré.

5  Ahora pues, dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser
su siervo, para hacer volver a él a Jacob y para congregarle a Israel
(porque estimado seré en los ojos de Jehová, y el Dios mío será mi
fuerza);

6  dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las
tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también
te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo
postrero de la tierra.

Isa 50:6

6  Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban
la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.

Isa 53:3-6

3  Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores,
experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue
menospreciado, y no lo estimamos.

4  Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros
dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y
abatido.

5  Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos
nosotros curados.

6  Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó
por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

Isa 53:10

10  Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a
padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado,
verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en
su mano prosperada.

Profesor – Tim Harvey