“Pórtense como personas libres, aunque sin usar su libertad como un pretexto para hacer lo malo. Pórtense más bien como siervos de Dios.”
1ª Pedro 2:16 DHH
Libertad y libertinaje son dos conceptos que, aunque tienen la misma raíz, su significado es totalmente diferentes. Por un lado, la libertad es aquel estado en el que la persona no es esclava ni está a entera disposición de otra persona de manera represiva. A la libertad se le concede el estado de derecho y condición humanos. De hecho, existen documentos que avalan y velan por su existencia y aplicación. En su nombre se han luchado batallas y aún es capaz de mover países enteros.
En cambio, el libertinaje es un estado de exceso y abuso de libertad. Es una condición que no respeta los derechos ajenos, e incluso a veces ni los propios. Es muy común en ciertas etapas de la vida (como la adolescencia), confundir estos dos conceptos. Sin embargo, deben tenerse muy en claro sus definiciones para así poder diferenciar con conocimiento aquello que puede convenir de aquello que no.
Ser libres en Cristo es vivir en obediencia a Dios, cumpliendo todos los requerimientos de Dios a través de Cristo. 1 Pedro 2:16 nos dice “Sean libres, pero no hagan de la libertad un pretexto para hacer el mal. sean libres como servidores de Dios.” Servirle a Dios es un privilegio y no una carga. Servir a Dios, servir al prójimo y apartarse de la maldad es a lo que Dios le llama libertad en Cristo. Respecto a esto, Gálatas 5:13 nos dice: “Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. más bien sírvanse unos a otros con amor.” (Versión N V I).
Dios se agrada que le sirvamos de corazón, pero no le agrada que usemos la libertad para servir de tropiezo a un hermano que empieza su caminar en la vida cristiana, o para dar mal testimonio del evangelio de Jesucristo. Cristo dice que el que le sirva de tropiezo a uno de sus hijos pequeños, sería que mejor se atara un molino en los pies para irse al fondo del mar antes de realizar ese pecado.
Agradezcamos a Dios porque en Cristo su Hijo y por la presencia del Espíritu Santo, Él no ha dado libertad, porque donde está el Espíritu de Dios, allí hay libertad dice Pablo en la Epístola a los Romanos. Solamente tengamos mucho cuidado de que nuestra libertad, no se convierta en motivo de tropiezo para quienes no está maduros espiritualmente, que no se tropiezo para los débiles. 1ª Corintios 8:9
Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.