1.- Enseña a tus hijos a conocer, amar y servir a Dios y a Cristo como tu salvador y Señor.
2.- Con amor, sabiduría y firmeza quebranta la natural necedad de todo niño, así como ayudarás a la salvación de sus almas.
3.- Enseña a tus hijos a orar tan pronto como sepan hablar y a estudiar la Biblia apenas sepan leer.
4.- Forma buenos hábitos en tu niño, así formarás en él un carácter íntegro para toda la vida.
5.- Alaba cualquier esfuerzo que haga tu niño por portarse bien aunque no lo hagas totalmente.
6.- Haz que aprenda a respetar la propiedad de sus hermanos y las demás personas de la familia.
7.- Cumple las promesas pero nunca lo sobornes con falsas ofertas ni lo intimides con amenazas falsas
8.- No permitas que tus hijos coman entre alimentos, sí que coman muchas golosinas.
9.- Acuesta a tus hijos lo más temprano posible y enséñales a ser madrugadores y puntuales.
10.- Enseña a tus hijos a tomar sus medicinas sin llorar y protestar.
11.- Enseña a tus hijos a no llorar ruidosamente, no les des nada por lo que han llorado y dales solo lo que pidan cortésmente.
12.- Infúndeles que primero que el juego están sus deberes de la escuela.
13.- Nunca dejes pasar un acto reprobable sin castigarlo debida y oportunamente, pero no con ira, sino con justicia y con amor.
14.- No lo castigues por una falta que haya confesado de la cual se haya arrepentido, así evitarás muchas mentiras.
15.- Nunca castigues a un niño dos veces por la misma falta; una vez castigado, perdona y olvida.
Susana Annesley de Wesley.