La santidad no se alcanza a través de nuestro esfuerzo o por la simpatía que tengas con la gente, la santidad se alcanza a través de la presencia de Dios en nuestras vidas y se manifiesta a través de las obras que Dios ha preparado de antemano para que nosotros las hagamos. La presencia y el amor de Dios se manifiestan a través de nosotros cambiando nuestros pensamientos y consecuencia nuestras acciones, esto para que podamos ser testimonio de lo que Dios significa en nosotros.
Es una condición espiritual que tenemos en Cristo junto con la salvación, la justicia, el sacerdocio. La presencia de Dios en nosotros crea una separación de lo que había antes en nuestra vida y lo que somos ahora. Somos llamados a vivir en santidad porque somos hijos de Dios, llamados a buscar su rostro queriendo hacer Su Voluntad en todos los aspectos de su vida.
En Cristo somos santos y esta nueva naturaleza nos empuja a buscar las cosas que pertenecen a Dios.
¿Cómo manifestamos a los demás nuestra santidad?
Edith Yoana Flores Morales