Todo mensaje cristiano es conducido por el Espíritu Santo al tiempo que exige una consagración de vida que la haga visible. A través del servicio y la obediencia, Dios desea conducir su Iglesia hacia la verdad y la Justicia, al tiempo que la mantiene sobre los principios de su palabra; otorgándole poder para enfrentar toda experiencia que la haga vencedora.
Iglesia: hay que atesorar la fe que nos lleva a ser un pueblo establecido por la instrucción y la aprobación del Espíritu de Dios desde nuestras experiencias hasta el presente, la cual en virtud del poder de la palabra, nos hace crecer en fuerza y eficacia a medida que avanzamos cumpliendo con la tarea de propagar el reino de Dios de los cielos.
Hermano el enemigo procura nublar el discernimiento y debilitar la eficacia de la palabra en nosotros, por medio de diversas distracciones y tentaciones, pero guiados por el espíritu Santo y rendidos a él, habrá más oportunidad siempre para edificar la mente hambrienta de los que viven en oscuridad. Tu experiencia debe ser de crecimiento constante en la palabra de Dios para que El, con poder y gloria ponga su sello de triunfo final sobre tu trabajo y servicio.
