Es necesario conocer la Biblia para madurar en la fe. Primero, esto lo podemos hacer con la lectura devocional de la Biblia que nos permite crecer en nuestra fe, conocer la voluntad de Dios para nuestra vida y formar nuestro carácter cristiano.
Segundo, el estudio de la Biblia nos permite entender el significado del texto bíblico para obtener conclusiones teológicas, doctrinales y para la predicación bien informada. A su vez, esto nos ayuda a comprender mejor nuestra herencia cristiana.
El salmista dice que la Escritura es como una lámpara o lumbrera que ilumina el camino por donde andamos (Sal. 1119:105). Y el apóstol afirma que toda la Escritura “es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” y que su propósito es que los cristianos seamos perfectos, y estemos “enteramente preparados para toda buena obra” (2 Tim. 3:16-17).
Lo más importante al leer devocionalmente y estudiar la Biblia es que nos haga “sabios para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2 Tim. 3:15).