Llamamos Medios de Gracia a algunas prácticas espirituales cuyo ejercicio constante nos ofrecen la oportunidad para acercarnos a Dios, para que su amor (gracia) se derrame sobre nuestra vida y para que crezcamos en su amor (1 Tes. 3:12-13).
Los llamamos Medios de Gracia Instituidos porque el mismo Señor Jesucristo los practicó, o mandó que se practicaran. Es decir, Cristo mismo los instituyó, y por eso es importante obedecer a su mandato y seguir su ejemplo.
Además, Dios utiliza estos medios para bendecirnos.
Es necesario aclarar que no es la práctica de los medios lo que transforma nuestras vidas. La práctica de los medios de gracia solamente nos permite presentarnos delante de Dios para que su poder y amor sean los que nos transformen.
En otras palabras, conforme usemos estos medios, la gente se debe dar cuenta de que están ocurriendo cambios en nosotros que se manifiestan hacia el exterior (en nuestra conducta). En la iglesia cristiana en general, y en la Iglesia Metodista en particular, al menos cinco de esos medios se han practicado con regularidad:
- La oración
- La lectura devocional y el estudio de la Biblia
- El ayuno
- La participación en la Santa Comunión
- Las reuniones cristianas.
En este artículo describiremos la Oración como Medio de Gracia.
LA ORACIÓN.
Es el gran medio para comunicarnos con Dios. Su práctica es muy importante para profundizar nuestra vida cristiana y para mantenerla saludable y responsable.
El apóstol dice que se debe orar sin cesar (1 Tes. 5:17), orar en todo lugar (1 Tim. 2:8) y orar en todo tiempo (Ef. 6:18). Además, que se debe orar espiritualmente, pero que también se debe orar con el entendimiento (1 Co. 14:15).
Puesto que “orar es cambiar”, llevar una vida de oración significa estar dispuestos a que Dios transforme nuestro carácter de acuerdo con la guía de su Santo Espíritu (Ga. 5:22-23).