Hebreos 10:24-25 “Busquemos la manera de ayudarnos unos a otros a tener más amor y a hacer el bien. No dejemos de asistir a nuestras reuniones, como hacen algunos, sino animémonos unos a otros; y tanto más cuanto que vemos que el día del Señor se acerca”.
Un cristiano escribió una carta al editor quejándose de que ya no tenía sentido ir a la Iglesia cada domingo. “He asistido fielmente por más de 30 de años”, escribió el hombre, “y durante todo este tiempo he escuchado a más de 3,000 sermones. Pero la verdad es que no puedo recordar ni uno solo. Así que, pienso que estoy malgastando mi tiempo … y creo que el pastor también está malgastando su tiempo en predicarlos”
Esto dio inicio a una verdadera controversia en la columna de “Cartas al Editor”, algo que hizo que el editor estuviera, por su puesto, bien contento. Siguió por unas semanas hasta que alguien escribió lo siguiente: “Ando casado por más de 30 años. En todo este tiempo mi esposa me ha preparado unas 32,000 comidas; pero la verdad es que no puedo recordar el menú de estas comidas. Pero una cosa reconozco. Cada comida me nutrió y me dio la fuerza que necesitaba para seguir fielmente en mi trabajo. Si mi esposa no me hubiera preparado cada una de estas comidas, yo no estuviera presente hoy”. El periódico nunca recibió más cartas sobre ese asunto.
Podremos tener mil y una razones para no ir a la iglesia, pero la verdad es que necesitamos la comunión con el cuerpo de Cristo, el cual está integrado por cada hijo e hija de Dios.
Necesitamos ayuda para impedir que nuestra fe y esperanza se tambaleen (V. 23 ”Mantengamos firme la profesión de nuestra Fe sin fluctuar; que fiel es el que prometió”), y para amar y hacer buenas obras (v. 24 “Busquemos la manera de ayudarnos unos a otros a tener más amor y hacer el bien ”).
Edith Yoana Flores Morales
Pastora Presbítero Itinerante